El viernes 14 de agosto a las 19:30 h en la Librería Gil de la Plaza de Pombo de Santander, se presentará el poemario Aniversario (Valparaíso Ediciones) del poeta griego Dimitris Angelís.
En el acto, que organizan la Librería Gil y la Asociación Sociocultural Filohelena “Periplo”, intervendrá el autor homenajeado, así como el poeta torrelaveguense Carlos Alcorta. Se recitarán poemas de Aniversario y Angelís firmará ejemplares del libro.
Dimitris Angelís (Atenas, 1973). Es una de las voces más personales de la nueva poesía griega, en la que tradición y modernidad se conjugan para explicar los problemas de nuestro tiempo. Doctor en Filosofía, dirigió la revista literaria Nea Efthini y actualmente Frear (Pozo). De sus libros de poemas destacan Filomila (1998), Una muerte más (2000), Aguas míticas (2003), Aniversario (2008) y Confirmando la noche (2011). Además, ha publicado libros de ensayo y de relatos. Aniversario fue reconocido por la Academia de Atenas con el Premio Porfyras y fue finalista del Premio Nacional de Poesía.
Entrada libre y gratuita hasta completar aforo.
TRES POEMAS SOBRE LA CRISIS
1.
Comienzo del nuevo día, horcas puntiagudas
los dos primeros palos del sol.
Abre el cuaderno, poeta: ¡Escribe!
Cuidado con los nuevos lanceros, emigrante: ¡Tienes hermanos!
Araña el muro de musgos, niño recién despertado: ¡Vive!
Porque cada mañana tiene su niño, su poeta y su emigrante.
Y cada noche su muro ineluctable, su libro amargo, su brusco capitán de armas.
Igual que tú vistes la ferocidad de tu belleza para galopar
yo me quedo apartado y te admiro como caballo
de la estepa más mía.
2.
Mi ciudad hoy es una niña inmadura,
asustada, con un vestidito sucio,
se sienta en los escalones de su edificio,
tiende la mano a los transeúntes,
recoge dientes partidos,
echa pastillas en la acera, grita
pío pío a las palomas para que se acerquen,
y cuando no la miran
les saca la lengua.
Mi ciudad hoy es una niña inmadura,
bandera de una terquedad roja su vestidito sucio;
abraza sus rodillas desolladas, arruga los labios,
decapita mariposas, quema contenedores de basura;
con los botines de su saqueo prepara
un nuevo collar,
viene su madre, le tira de la oreja,
se niega a su madre
se niega a crecer,
nunca habla.
Cada tarde toca música
contando con una cuchara los rombos
de la tela metálica.
3.
La luna corría por las venas de los árboles,
dándoles un aspecto de muerte
plateada.
El adivino, contando en su mundo inhóspito otras sombras,
las llamaba ciervos.
El vendedor ambulante ofrecía sus recuerdos de los patíbulos
de las viejas baronías.
Todos los compraban.
Y el asesinato tenía una belleza brutal
como en Macbeth.
Petros Malamidis – «Reflexiones en un sacro jardín marino»
Edición bilingüe griego-español
Traducción de Vasiliki Rouska y Emmanuel Vinader
(Editorial Sial Pigmalión – Madrid, 2015)
A mediados de junio de 2015, tuvo lugar en Madrid la presentación del poemario Reflexiones en un sacro jardín marino de Petros Malamidis.
El público hispanohablante tomó por primera vez contacto con la obra en la Feria del Librode Madrid, en la caseta 242 de la editorial Sial-Pigmalión, donde el poeta firmó ejemplares del libro. Igualmente, en el marco de la Feria del Libro, esta edición bilingüe en griego y español recibió el premio «Escriduende» en la categoría de Mejor obra traducida, en el edificio Casa de Fieras de El Retiro. La traducción corrió a cargo de Vasiliki Rouska y Emmanuel Vinader.
Este fue el tercer año en que se otorgaron los Premios «Escriduende», que tomaron su nombre de la conocida leyenda del duende del parque de El Retiro, de quien se decía que, en tiempos de Felipe V, hacía que las flores del parque floreciesen como por arte de magia. De hecho, cada otoño el parque se llenaba de hojas y colores. Ahora, cada primavera se llena nuevamente de hojas, pero esta vez gracias a la Feria del Libro de Madrid.
La presentación del libro se celebró el lunes 15 de junio, a las 7 de la tarde, en el histórico Café Libertad 8, en pleno centro de Madrid. La Embajada de Grecia en la capital española, en consonancia con el propósito de difundir la lengua y la cultura griega, apoyó el evento no solo moralmente, sino también con la presencia de la responsable del Departamento de asuntos educativos y culturales, la sra Vasia Mourika, y de la responsable de la Oficina de Prensa, la sra María Siadima.
En primer lugar, el presidente del Grupo Editorial Sial-Pigmalión, Basilio Rodríguez Cañada, presentó y coordinó el evento (ver el vídeo de su intervención). Seguidamente, el poeta Petros Malamidis tomó la palabra (su discurso puede leerse más abajo) y, a continuación, hablaron sobre su trabajo los traductores del libro, Vasiliki Rouska y Emmanuel Vinader. Después, este último recitó poemas en español junto a la coordinadora de la edición, Sofía Roilidou, que expresó su agradecimiento y recitó poemas en griego. Por último, el profesor y helenista Bernardo Souvirón habló sobre el poemario y dio una breve conferencia sobre el valor del humanismo, cuyo espíritu encontramos extendido por todo el libro.
La obra de Petros Malamidis forma parte de una serie de publicaciones de poesía bilingüe del grupo editorial, y como tal contribuye a la difusión de la literatura griega en el mundo de habla hispana.
La intervención de la coordinadora de la edición
La intervención del helenista Bernardo Souvirón
Clausura del acto por el editor Basilio Rodríguez Cañada
A continuación sigue el texto que leyó el autor en la presentación de su libro:
En primer lugar me gustaría agradeceros a todos, sin excepción, por compartir este momento con ocasión de algo que he escrito. Con el presente texto no pretendo analizar el contenido del libro, sino a grandes rasgos hacer comprensible un mecanismo complejo que me condujo, al igual que a muchos otros autores, a escribir una obra.*
Me pregunto si de verdad existen obstáculos, y sin embargo empezaré por ellos. Por mucho que intentara en mi interior la palabra liberarse, esos obstáculos le sellaban la boca. Entonces, la palabra se partía en pedazos, se recomponía, como cuerpo vigoroso y firme como un puño, cada vez más vehemente se abalanzaba hacia afuera. Un obstáculo, desde mi niñez, cuando empecé a urdir versos, a veces mundanos y graciosos, y otras veces ininteligibles hasta para mí mismo, fueron mis queridos padres. La dulce preocupación de la madre y del padre, que en medio de su pobreza soñaban un futuro mejor para su hijo; que no les saliera sensible, con la cabeza en las nubes, parvo o, aún peor, Poeta. Otro obstáculo más, la educación obligatoria. Un mecanismo criminal para la conciencia que todavía no sé distinguir si en primer lugar crea el molde para el accesorio o al revés. A continuación llegaron amores, como de costubre cuantiosos, y el intento de conquistarlos con cualquier mezquindad de la que un conquistador debe valerse según los actuales estándares que impone la sociedad. Diversas creencias políticas para el cambio de toda una sociedad sin saber, pobre de mí, cuál era mi papel y cuál era el inicio de mi itinerario interior para empezar de alguna manera a existir en este mundo. El catálogo de las dificultades es interminable y seguirá existiendo. Se me antoja de la siguiente manera: como máscaras que sin querer aprendes a llevar desde tu nacimiento y cada vez más te alejas, sin tomar conciencia de tu verdadera persona. Y si la circunstancia lo trae, o si tú mismo la persigues, recoges lo que queda de tus fuerzas y comienzas a destruir a ciegas, sin saber el qué. La creación, de facto, te espera ya en algún lugar.
Por una parte, pues, están los obstáculos, y por otra, un grito. Como dos enemigos ancestrales, y yo un observador, a la defensiva, de su ataque inminente. Unas veces dominado por una alegría inexplicable, y otras por el terror. Como una dramática lucha próxima a comenzar en medio del intento de no perder el contacto con el mundo exterior, comer, dormir, conseguir un jornal; y sin embargo, todo lo externo, con regocijo narcisista, me parecía poco. Dirías que lo externo, esa poca cosa, no llegaba a alimentar lo mucho, lo interior, ¡lo que venía después! Y entonces, como siempre, sin estar preparado, todo aquello dispuesto a batallar, desenfundó espadas, atacó, hizo sangrar el alma, sangre que goteaba y se convertía en verso. Lucharon las dos fuerzas, se fundieron, se convirtieron en una; algo en mi interior moría lentamente, y yo con él, lleno de vida, fascinado, la muerte y la vida, unidas en un mismo trayecto, uno solo y dispuesto a la lucha, en el que cuanto cosechaba otro tanto sembraba, y finalmente su flor terminaba siendo una sola, y su nombre Amor. Viejos obstáculos, enemigos y aliados ancestrales, se convirtieron en uno y no los podía distinguir.
Tras semejante choque “entre dioses y demonios”, luchaban y se aliaban mis reflexiones, como en un cortejo orgásmico, y antes de darme cuenta ya se gestaba dentro de mí el Jardín Marino. Una poesía que estaba experimentando y que siempre había querido leer, se escribía con dolor, con alegría. Como si estuviera inmóvil y tuviera frente a mí un espejo en el que viera el tiempo atravesar con ímpetu mi cara, y yo, como un observador, me detuve luego a sopesar, qué queda y qué no queda, qué me nutre y qué no. Y vi caer una a una las oscuras máscaras. Y unas veces algo brillaba ante mí y otras se oscurecía.
Hasta que descubrí las raíces y de nuevo me encontré allí donde había empezado: En la más absoluta soledad. Pero cuanto más solo creía que estaba, igualmente solos e impotentes estaban todos a mi alrededor. Callaron las inagotables pasiones, las pérdidas, el miedo a la muerte, a la par que su semilla espinosa comenzaba a brotar sangrienta, llena de vida. Me agarré, pues, de nuevo allí donde había empezado. Pero ahora yo era diferente. Sabiendo ahora con certeza que ante esta Magna profundidad nadie se detiene sino que apenas empieza a andar. Y en ese momento, con el pensamiento como aguja y el corazón como vela, o al revés, se dispuso la mano a tejer las reflexiones. Y esa mano aunaba las soledades, y en el fondo de la tristeza miraba la alegría de la colectividad. Y surgió la duda: ¿A qué arte he de entregarme? El corazón no entendía. Me entregué y nació con naturalidad el Jardín Marino. Mis preguntas sobre el arte no tardaron en encontrar respuestas.
Arte no es excavar en tus versos personales y hallar, con vanidad narcisista, el colorido de las palabras y nadar con ellas en la corriente de su tiempo arrastrando a otros, entretenidos en aguas someras, tan sólo para que te admiren. Arte no es la efímera ola que ni refresca ni ahoga y provoca admiración al anuncio del nuevo día.
Arte no es la esquizofrenia con sus geniales delirios. No es una falsa impresión que de manera pasajera tentará nuestro ego para retirarnos luego al día a día hasta el siguiente libro, para ganar nuevamente el aprecio de los demás. No tiene altibajos el arte, ni perspectivas ajenas. Todos somos uno.
Arte es el eje. La Magna profundidad que, conociendo su existencia o no, todos compartimos. Es esa fuente inmóvil sin la cual no hay nada. Es el ojo del huracán, tan sólo el ojo. Saber arremolinarse de forma diferente es un asunto personal. Pero lo personal estrictamente, incluso lo mío, incluso para mí mismo conlleva pesadez. Lo que hay tras las apariencias es el verdadero compartir.
Arte es el arte de la conciencia. De la conciencia de la pérdida, de nuestra propia muerte, del dolor, de la alegría, del amor, de la vida. Y, por encima de todo, que todos estamos aquí y ahora, y que esta grandeza la debemos a algo. Por último, arte es el medio que nos conduce a ese algo. Y es nuestro deber, dejarnos guiar hasta allí y entregarnos a ello.
A través de este Jardín Marino, este granito de arena que humildemente deposité en el desierto de Dios, que encuentre cada uno su propio oasis, cualquiera que sea éste, y descansando reflexione con el corazón, calladamente, el sentido de su trayecto, cuyo destino es el Amor.
* El texto fue traducido por las mismas personas que han traducido el Jardín Marino: dos amigos y profesionales maravillosos, Vicky Rouska y Emmanuel Vinader. Además el libro en cuestión no hubiera sido publicado sin el padre de la editorial Sial Pigmalión, Basilio Rodríguez Cañada, que desde el primer momento que nos conocimos me ha hecho sentirme como un hijo de su familia editorial. La labor de la coordinadora, Sofía Roilidou, siempre será un ejemplo de paciencia y persistencia para lograr algo en la vida y, por supuesto, el magnífico prólogo del Profesor Bernardo Souvirón que me parece como una introducción o continuación del propio libro.
El libro puede adquirirse en librerías o contactando directamente con la editorial, que lo remite sin gastos de envío añadidos:
La Embajada de Grecia, el Café Libertad 8 y el Grupo Editorial Sial Pigmalión tienen el placer de invitarles a la presentación del poemario Reflexiones en un sacro jardín marino del poeta griego Petros Malamidis. El acto tendrá lugar el lunes 15 de junio a las 19:00 h. en el Café Libertad 8, c/ de la Libertad 8, Madrid (Metro Chueca o Banco de España). La presentación del libro, traducido por Vasilikí Rouska y Emmanuel Vinader, correrá a cargo del profesor, escritor y helenista Bernardo Souvirón.
Petros Malamidis nos invita a una travesía por los mares y puertos de su universo poético. Con versos impregnados de salitre y arena, el poeta cavila sobre la existencia humana, el bien y el mal, la vida y la muerte, el principio y el fin… Reflexiones en medio de tormentas y naufragios, de vientos inclementes y embravecidos oleajes de entre los que surgirá, victorioso y deliberante, el eterno regalo del Amor.
Poesía, filosofía y meditación se encuentran entretejidas en un libro cuya lectura supone una de las escasas oportunidades que tenemos de leer en castellano la nueva poesía griega, renovadora y heredera a la vez de los grandes poetas griegos del siglo XX como Cavafis, Seferis, Elitis o Ritsos.
[…] estas Reflexiones en un sacro jardín marino me han llevado de la mano a un mundo poético del que ya sabía y que conecta a este joven poeta griego con toda una pléyade de poetas antiguos (y modernos). En sus versos respira una larga tradición de poesía griega que arranca, me atrevería a decirlo, en Alcmán (un poeta griego, quizá de Esparta, de siglo VII a. C.) y que, a través del tiempo, pervive todavía hoy.
Bernardo Souvirón
El autor firmará ejemplares del libro en la Feria del Libro de Madrid el viernes 12 de junio de 18:00 a 21:30 h., caseta 242, Editorial Sial Pigmalión.
Η Κύπρος μας (Nuestro Chipre), revista trimestral de los chipriotas de la diáspora, publica entre sus páginas la noticia del homenaje al poeta chipriota Costas Montis que organizamos en Pamplona el 30 de enero de 2015. El acto contó con la presencia de Antonis Toumazis, Embajador de Chipre en Madrid.
La publicación (en griego) se encuentra en la pág. 67 de la edición digital del nº 126 (enero- marzo de 2015) de la revista en cuestión.
En el diario Πολίτης (Ciudadano) de Nicosia, entre las noticias del mundo cultural, aparece el homenaje a Costas Montis que organizamos en Laredo el 22 de noviembre de 2014 y se anuncia el siguiente que se celebrará en Pamplona el 30 de enero de 2015.
Podéis visualizar la página de la publicación (en griego) aquí. El número en cuestión se publicó el 15 de diciembre de 2015.
Recital de poesía: Costas Montis La voz vibrante de Chipre
Un repaso por la geografía física y emocional de una isla dividida
Intervendrán:
El presidente de “Periplo” Dimitrios Ioannou
El Embajador de Chipre en Madrid Antonis Toumazis
Luis Ruiz e Inma Biurrun (recitado)
Eva Touzopoulou (piano)
Organizan: Asociación Sociocultural Filohelena “Periplo”
Colaboran: Ainara, Danzas Populares del Mundo & Fundación Civican Con el apoyo de la Fundación Costas Montis
Entrada libre y gratuita
El año 2014 ha estado dedicado en Grecia al poeta chipriota Costas Montis (Famagusta, 1914 – Nicosia, 2004) por los 10 años de su muerte y los 100 de su nacimiento. Asimismo, en 2014 se cumplió el 40 Aniversario de la invasión turca en Chipre, un hecho que cambió para siempre el rumbo de la historia de la isla y las vidas de sus habitantes.
Por estos motivos, la Asociación Sociocultural Filohelena “Periplo”, en colaboración con Ainara Danzas Populares del Mundo, rinde homenaje al poeta chipriota y organiza un recital en el que se podrá ver una grabación del propio Costas Montis recitando, una intervención musical al piano a cargo de Eva Touzopoulou, además del recitado de sus poemas y un coloquio en torno a la figura del poeta chipriota.
Biografía
Costas Montis nació el 18 de febrero de 1914 en Famagusta, Chipre, y murió el 1 de marzo de 2004 en Nicosia. Recibió numerosos honores y premios a lo largo de su vida. Asimismo, sus libros han sido traducidos a diversas lenguas. Costas Montis fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Chipre y la Universidad de Atenas. Fue nominado al Premio Nobel y en 2000 fue declarado Miembro Correspondiente de la Academia de Atenas, el más grande honor conferido a un creador intelectual residente fuera de Grecia.
En apoyo a su propuesta de la Academia de Atenas, el Profesor Nicholas Konomis añadió lo siguiente: «Costas Montis es uno de los más grandiosos poetas griegos vivos y, ciertamente, uno de los que renovó en un único sentido la poesía lírica moderna. Asimismo, enriqueció la poesía griega moderna desde el punto de vista de Chipre. Con su ininterrumpida creación literaria de 70 años, fue capaz de representar artísticamente los ritmos auténticos, la temperatura y la acción de fluctuaciones históricas y emocionales del alma y aliento de Chipre y su gente. En su trabajo extremadamente poderoso, él grabó cada vibración de la isla (erótica, social y política). Todos los pensamientos del pueblo chipriota fueron plasmados… Montis hizo uso de su abundancia de la tradición lingüística, histórica y cultural de un mayor helenismo y forjó con fuerza poética el carácter indeleble de los arraigados valores de la nación griega.»
Agradecemos a la neohelenista y traductora Natalia Moreleón por facilitarnos la antología de poemas de Costas Montis que tradujo. Algunos de ellos se incluyen en el recital.
La traducción y la revisión final de los poemas seleccionados corrió a cargo de miembros de “Periplo”.
Η Κύπρος μας (Nuestro Chipre), revista trimestral de los chipriotas de la diáspora, publica entre sus páginas la noticia del homenaje al poeta chipriota Costas Montis que organizamos en Laredo el 22 de noviembre de 2014 y anuncia el siguiente que tendrá lugar en Pamplona a finales de este mes de enero.
La publicación (en griego) se encuentra en la pág. 68 de la edición digital del nº 125 (octubre – diciembre de 2014) de la revista en cuestión.
Recital de poesía: Costas Montis La voz vibrante de Chipre
El el X Aniversario de su fallecimiento
Un repaso por la geografía física y emocional de una isla dividida
Intervendrán:
El presidente y el Vicepresidente de “Periplo”: Dimitrios Ioannou y Joaquín M. Mollinedo
La violinista Carmen Gutiérrez.
Sábado 22 de noviembre de 2014 A las 20:00 h. Sala Rúas
Rúa del Medio 1, Laredo (Cantabria)
Organizan: Asociación Sociocultural Filohelena “Periplo” y Sala Rúas Con el apoyo de la Fundación Costas Montis
Entrada libre y gratuita
En Grecia el año en curso está dedicado al poeta chipriota Costas Montis (Famagusta, 1914 – Nicosia, 2004) por los 10 años de su muerte y los 100 de su nacimiento. Asimismo, en 2014 se cumple el 40 Aniversario de la invasión turca en Chipre, un hecho que cambió para siempre el rumbo de la historia de la isla y las vidas de sus habitantes. Con motivo de ese doble aniversario, el próximo sábado 22 de noviembre la Asociación Sociocultural Filohelena “Periplo” y el espacio creativo Sala Rúas rendirán homenaje al poeta chipriota, organizando un recital que correrá a cargo de dos rapsodas acompañados por el violín de la música Carmen Gutiérrez.
Programa
– Saludo del vicepresidente de la Fundación Costas Montis, Theodoulos Montis, hijo primogénito del poeta.
– Audiovisual con el poeta homenajeado recitando un poema suyo.
– Breve introducción al poeta y su obra, y situación en el contexto histórico y social.
– Recital de poemas de Costas Montis traducidos al español. Parte I: Poemas vinculados a Chipre y poemas políticos. Parte II: Poemas varios.
– Coloquio entre los asistentes.
Tras el acto se ofrecerá un aperitivo.
Biografía
Costas Montis nació el 18 de febrero de 1914 en Famagusta, Chipre, y murió el 1 de marzo de 2004 en Nicosia. Recibió numerosos honores y premios a lo largo de su vida. Asimismo, sus libros han sido traducidos a diversas lenguas. Costas Montis fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Chipre y la Universidad de Atenas. Fue nominado al Premio Nobel y en 2000 fue declarado Miembro Correspondiente de la Academia de Atenas, el más grande honor conferido a un creador intelectual residente fuera de Grecia.
En apoyo a su propuesta de la Academia de Atenas, el Profesor Nicholas Konomis añadió lo siguiente: «Costas Montis es uno de los más grandiosos poetas griegos vivos y, ciertamente, uno de los que renovó en un único sentido la poesía lírica moderna. Asimismo, enriqueció la poesía griega moderna desde el punto de vista de Chipre. Con su ininterrumpida creación literaria de 70 años, fue capaz de representar artísticamente los ritmos auténticos, la temperatura y la acción de fluctuaciones históricas y emocionales del alma y aliento de Chipre y su gente. En su trabajo extremadamente poderoso, él grabó cada vibración de la isla (erótica, social y política). Todos los pensamientos del pueblo chipriota fueron plasmados… Montis hizo uso de su abundancia de la tradición lingüística, histórica y cultural de un mayor helenismo y forjó con fuerza poética el carácter indeleble de los arraigados valores de la nación griega.»
Agradecemos a la neohelenista y traductora Natalia Moreleón por facilitarnos la antología de poemas de Costas Montis que tradujo. Algunos de ellos se incluyen en el recital.
La traducción y la revisión final de los poemas seleccionados corrió a cargo de miembros de “Periplo”.
A continuación, ofrecemos un texto que escribió nuestro amigo y socio Grigoris Efstathiou, de origen chipriota, reflejando su experiencia personal.
Sobre Chipre
«Casi siempre, Chipre había sido un trozo de papel y durante unos largos años aparecía también como un esquema hecho a rotulador, en la mesa de clase. Entonces yo no sabía qué era lo que mejor había aprendido a hacer en mi vida: escribir o dibujar su contorno. Empezábamos siempre por el extremo de Risokárpaso, después la línea bajaba y trazaba la costa de Kerynia, y luego Tiliría, donde se inclinaba hacia dentro, para formar el arco donde surgía Pafos; se recorría la península de Lemesós y Lárnaca hasta llegar a Famagusta y su bahía, que concluía el trayecto y encerraba la isla en un mapa.
Eso era Chipre para nosotros: un dibujo sobre un papel en blanco, una figura a lápiz sobre el pupitre, a veces una pegatina o un lema escrito en las paredes de la ciudad. Crecimos con su mapa y con esa línea que dividía la isla en dos, una línea curiosa, que subía y bajaba dejando pueblos desolados, aeropuertos paralizados, calles urbanas vacías, reducidas a ruinas. Crecimos con su mapa, con miles de narraciones, con imágenes de televisión y, sobre todo, con sentimientos intensos. La verdad todavía se resumía en una lección de historia, amarga y triste; aún éramos inmaduros. Llegó un día en que Chipre se escapó del mapa. Aquel día las imágenes tomaron cuerpo, más vivas que nunca.
Regresamos a Chipre. Unos por estudios, otros por trabajo, y alguno que otro hizo allí la mili, unos meses solamente. De pronto cambiamos nuestra mirada. Ya no veíamos las fotografías en blanco y negro de los soldados desaparecidos después de la guerra, sino que nos fijábamos en el paseo marítimo de Lemesós y su esplendor. Ya no nos alimentábamos con las narraciones de los mayores; en cambio, empezamos a consentir la indiferencia ante el conflicto por parte de los familiares y los amigos habitantes de la isla. Ya ves, los años habían pasado, la situación se había afianzado y la gente se había hartado de dolor y miedo. Chipre, aquella flor que llenaba de olores la casa cada vez que la dibujábamos, estaba marchita, y en su lugar brotaban arbustos, casi todos secos.
A la vez, a medida que nos hacíamos más conscientes, a medida que enriquecíamos nuestros conocimientos de su historia reciente, el color del rotulador se apagaba, los lemas en las paredes se volvían borrosos, los sentimientos se aflojaban. Cuando la Historia se cruza con las vidas de los humanos la vida se convierte en una mala jugada. Chipre, aquella patria lejana, repleta de mitos que nos atormentaban, aquella pasión vigorosa, se transformó, cambió de vestimenta. La verdad que conocíamos se pintó de colores distintos, se volvió dura y difícil, pero a la vez liberadora. El odio dio paso a la creatividad. Nos acercamos a Chipre y nos acogió como una gran anfitriona, se convirtió en nuestra familia.
Aquel amor a primera vista que había marcado el inicio de nuestra relación se desgastó, y poco a poco surgió un amor tímido, consciente del dolor y el desengaño que podría sufrir una y otra vez. Un amor que sin embargo se agarra a la suerte que se le ha concedido, igual que cada uno de nosotros cada vez que volvemos de lejos a la casa familiar; la ilusión de encontrarnos se diluye rápido en el laberinto del día a día.»
Fecha y hora: 13 de Diciembre de 2013 a las 19:30 Lugar: Biblioteca de Bidebarrieta, c/ Bidebarrieta, 4, Bilbao
Con motivo de los 150 años del nacimiento del poeta alejandrino Constantinos Cavafis, la Asociación para la divulgación de la poesía y las letras “Orphenica Lyra” le rinde homenaje recitando una selección de sus poemas acompañados de música tradicional griega (piano).
Entrada gratuita.
Agenda
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